INFORME ECONÓMICO MENSUAL | Nº X | OCTUBRE 2020
30/10/2020 - 13:00
Actividad - Precios e ingresos - Finanzas públicas - Balance cambiario - Sector externo - Finanzas y bancos - Anexo estadístico

¿AJUSTE ESTABILIZADOR O ESTABILIZAR PARA CRECER?

Fracasada la estrategia del shock de confianza tras el acuerdo con los acreedores, los sectores ortodoxos insisten ahora en la necesidad de un ancla fiscal como herramienta de estabilización. En el marco de la desesperación oficial por la estampida del dólar, presionan para ir a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional condicionado a un programa de ajuste fiscal, como solución al problema cambiario. Sin embargo, la experiencia histórica de los programas de estabilización promovidos por el organismo muestra que sus efectos recesivos no logran estabilizar el mercado cambiario, generando un sacrificio inútil de nuestras posibilidades económicas.

Los programas estabilizadores ortodoxos fracasan por estar basados en el supuesto de que el problema externo se origina en un exceso de demanda interna promovido por el elevado déficit fiscal. Sin embargo, el bajo nivel de demanda y producción de la economía en la actual crisis muestra que el origen del problema externo no puede atribuirse a un exceso de gasto. Las corrida cambiaria se origina en los errores de intervención oficial en el mercado de cambios, en un contexto de excesiva liquidez inducida por la pandemia. Si se opta por reducir la liquidez menguando aún más la demanda efectiva (conteniendo los ingresos nominales o reduciendo los reales vía devaluación), se corre el riesgo de sacrificar la reactivación sin garantías de estabilidad cambiaria.

Frente al históricamente infructuoso ajuste estabilizador ortodoxo, el gobierno de Alberto Fernandez debe aprender de la experiencia económica liderada por Néstor Kirchner años atrás. El líder peronista desencarnado diez años atrás, no postergó su programa económico a lograr un acuerdo de la deuda que llegaría, por el contrario, como consecuencia de la robustez económica alcanzada en autarquía de los mercados financieros internacionales. Ello le permitió eludir el programa ortodoxo del FMI, logrando la estabilidad del mercado de cambios como condición para un impulso al crecimiento.

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