Finalmente el Concejo de Rosario aprobó el aumento del boleto a $8, un 27 % más respecto a los $6,30 que costaba subirse al colectivo. Si bien queda saldado el debate del nuevo esquema tarifario del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) todavía queda en agenda la discusión de varios factores relacionados con el sostenimiento de los servicios públicos en general y como debería ser el sistema de transporte público para la Ciudad, que son debates de fondo y estructurales.

El incremento del precio del boleto se suma a los aumentos de otros servicios públicos como la luz, el agua y gas. Hay que sumar los aumentos que sufrieron todos los rubros de consumo: alimentos, útiles escolares, combustibles, salud, etc. De esta manera, se efectiviza un nuevo golpe a los bolsillos de los trabajadores, en un contexto donde la actividad local se encuentran en una franca recesión. Los despidos en el Cordón Industrial Gran Rosario se cuentan por miles y muchas de las paritarias aún no se cerraron ni efectivizaron. La reiterada pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores tras los sucesivos tarifazos, da cuenta de un panorama poco alentador para la reactivación de la actividad económica local.